martes, 11 de agosto de 2015

Fuga de talento

Pues se acabó. Oro para la selección española U18 en el Europeo de Eslovenia y todos contentos... Un momento, ¿todos?

Resulta que se me ocurren, al menos, dos razones para que no haya gente contenta... pero también tengo unas cuantas explicaciones. Así que ejerceré de fiscal, pero también de abogado del diablo ya que estamos... 

Para empezar, la selección española ha jugado, por momentos, de pena. Un ataque con demasiadas individualidades, poca claridad de ideas y que, en ocasiones, simplemente era un desastre absoluto. Algunas jugadoras clave no han tenido una gran actitud y, cuando la ha habido, tampoco es que hayan hecho gala de un gran acierto. Se han ganado tres partidos en la prórroga que bien podrían haberse perdido, así que han sido oro porque Víctor Lapeña no es que tenga suerte, sino lo siguiente...

Claro, claro... aunque bueno... pensándolo bien, hasta 5 jugadoras, las que más minutos han disputado (Ángela Salvadores, María Conde, Iho López, Laia Raventós y Maite Cazorla...), venían de disputar el Mundial U19 y eso tiene que influir algo, digo yo... Sobrecarga física y psicológica supongo. Es posible. Bueno, entonces voy a empezar a perdonar algunos porcentajes de acierto y desconexiones actitudinales (pero de esto último menos, ¿eh?). Y en cuanto a la fluidez del juego... Bueno, había 5 jugadoras con las que no se podía entrenar mientras estaban en el Mundial... Así que igual eso también haya podido influir...