jueves, 11 de octubre de 2012

Un solo poseedor


Quizá sea una cuestión práctica, de velocidad, la razón por la cual en el mundo del baloncesto se habla tanto de "mi jugadora o mis jugadoras". Claro, son "mías" porque yo las entreno. Quizá no haya mala fe o simplemente esto no se crea, pero ya expuse mi opinión sobre la importancia del lenguaje en el post anterior. Al final, cuando una frase tiene fuerza, uno la termina creyendo e interiorizando. Y aquí, hablar de un solo poseedor nos puede llevar a un problema grave.
 
Es sumamente fácil establecer una relación de apego con el equipo que entrenas. Sumamente fácil si no se está preparado, conociendo que esto existe o puede llegar existir. Para que no se dé, hay que estar un poco al margen. Siempre se puede e incluso se debe tener cierto vínculo emocional que te ayude en tu Dirección de Equipo, pero sin que éste sea excesivo. Para transmitir ilusión, ese amor al juego del que hablaba en el primer post, hay que estar ilusionado; si no se tiene ilusión es muy difícil contagiarla. Pero si el vínculo emocional cruza una determinada línea, no sólo estaremos poniendo en riesgo a las jugadoras del equipo, sino también a nosotros mismos.

martes, 9 de octubre de 2012

Roles

"Tú eres pívot"
 
Desde la perspectiva de la neurolingüística, esta simple oración imperativa está llena de connotaciones.
 
Para empezar, significa una total identificación de la persona con ello, es decir, la persona "es" algo, con lo cual, no se puede dejar de ser algo que se "es". Sí, parece una simpleza, pero dadme tiempo para que me explique.

 
Creo que los entrenadores de Cantera en particular, y sobre todo cualquier docente en general que se dedique a enseñar a gente joven (y aquí podríamos incluir también a padres y familiares de estos jóvenes), debería o deberían cuidar al máximo el lenguaje. No voy a hacer un compendio de términos que se podrían o tendrían que utilizar, ni tampoco soy un experto en la materia, pero sí que lanzo alguna idea.
 
Por ejemplo, es mucho más saludable utilizar términos que no impliquen "estabilidad" en el tiempo, como "te estás portando mal", que decir "qué malo eres", que denota una característica estable y una identificación total con el adjetivo empleado, exactamente igual que en el primer ejemplo.
 
Cuando una persona se identifica con algo, sobre todo si ese algo es producto de un juicio de valor, digamos aleatorio por decirlo suavemente, tenemos un problema bastante grande cuando nos vemos en la necesidad de cambiarlo. Además, se da el caso de que nuestro cerebro tiende a buscar la reafirmación de lo que cree para sentirse bien (para que nos sintamos bien). Sólo hay que mirar qué tipo de periódicos leemos para darnos cuenta de que buscamos, inconscientemente, aquellos que más se aproximan a nuestros pensamientos en lugar de enriquecernos bebiendo de diferentes fuentes. Creo que este ejemplo es bastante aclaratorio.

domingo, 7 de octubre de 2012

Caramelo dulce o manzana envenenada

Aquí en la provincia de Cádiz, en todas las ligas "no senior" a partir de minibásket, hay un caramelo muy dulce en las ligas "A": la clasificación para el Campeonato de Andalucía, al que normalmente van los dos primeros clasificados. Un caramelo muy dulce, o una manzana envenenada.
 
Creo que es un caramelo dulce cuando un equipo se clasifica para el mismo como fruto de un trabajo colectivo, pero es una manzana envenenada si convertimos ese Campeonato en el objetivo.
 
Esto último es francamente peligroso porque enunciar objetivos en términos de resultado nos dirige a planificar y entrenar en función de ellos, es decir: trabajo para ganar partidos y poder ir al Campeonato, y haré todo lo que tenga que hacer para llegar hasta él. Esto nos lleva a separar drásticamente el éxito del fracaso... y no olvidemos que fracasar es mucho más fácil que tener éxito, simplemente por las plazas que dan acceso al mismo.